lunes, 4 de mayo de 2015

La Suegra Bacana 2

Mirando yo por entre la celosía de la ventana de mi casa, vi la suegra bacana. Toda una dama honorable, digna, virtuosa y temerosa de Dios. Ella sobresale entre muchas por su prudencia, afectos sinceros, palabras sabias, francas y provechosas. Amada por muchos, no tan amada por otros; pero relevantes en toda familia.

La suegra bacana se identifica porque refleja el amor de Dios. Ella posee una iniciativa hermosa: la de imitar a su Creador. También por ser una gran motivadora. Tiene el arte de observar bien, identifica las oportunidades y orienta en direcciones de bendición familiar. Ahora, le sugiero ver la suegra bacana como aquella mujer que aconseja sabiamente.
Cuando leemos Rut 2.22, vemos que Noemí le dice a su nuera: -Es mejor, hija mía,…- Le aconseja lo mejor: “Es mejor”.

Las palabras de las suegras en las vidas y en los hogares de sus hijos son poderosas para destrucción o para edificación. Rut atendió los consejos de Noemí y sí, eran lo mejor para ella. El tipo era rico, caballeroso, temeroso de Dios, honesto, correcto, generoso; no era el más lindo, pero era el mejor partido. Se casó, como le aconsejó su suegra, y pudo disfrutar de una vida mejor al lado de este hombre. Pero vaya sorpresa, Rut compartió de su mejor vida con su suegra, incluyó en sus bendiciones a Noemí. Se casó, pero se llevó a vivir con ella a esa sabia mujer que le aconsejó lo mejor.

Creo que debemos honrar a quienes bien nos aconsejan, especialmente cuando sus consejos nos llevan a éxito. Noemí fue una suegra bacana, pero tenía una bacanería de nuera. Creo que Dios también habla a quienes tenemos suegra, con ellas debemos reflejar la bondad de Dios también.  Debemos compartir con ellas, las bacanas, nuestras bendiciones.

Ud. dirá, -Ed.  pero mi suegra no es bacana-. O podrá decirme como un amigo me dijo en estos días, -¡tengo dos suegras! Y las voy a visitar esta semana- o en su defecto, no tengo suegra. O peor aún: ¡no soy suegra! (eso sí que es grave).
Tengo noticias para ti.

Hay alguien que te ama más de lo que podría amarte una suegra o una nuera, y esa persona es Dios mismo. Aunque las lealtades de Noemí y Rut son lo máximo, no superan la lealtad ni el amor de Dios hacia Ud.

Dios también te motiva. Él es feliz motivando: lo hizo con Noé para que construyera un arca. Motivó a Moisés para que se enfrentara al emperador más poderoso de su época. Motivó a Abraham a que durmiera apasionadamente con su esposita en la ancianidad. Motivó a David a cantar y a bailar. Dios motiva, y lo hace con nosotros a fin de que alcancemos lo mejor que él tiene preparado para Ud., para mí.

Dios también aconseja, él es el mejor consejero. La Biblia, toda la recopilación del consejo divino.

Las suegras bacanas sí existen; pero más bacano es Dios.

©2015 Ed. Ramírez Suaza

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