martes, 3 de febrero de 2015

Miss Universo

Miss Universo
la mujer digna de alabanza

Mirando yo por entre la celosía de la ventana de mi casa, vi el algarabío colombiano por la coronación de una compatriota como la mujer más hermosa del planeta. Una leve exageración (por no decir presunción) que tiene bailando a millones de personas en “una pata”. Quizá porque desde la ignorancia colectiva tal coronación se entienda como un logro nacional que consuela, de alguna manera, el sentimiento patriótico de nuestros pueblos.

En un país donde abundan los reinados: reina de la panela, de la guayaba, del frío, de la piña, de la papaya, de la yuca, de la sopa, miss tanguita, entre otros; pues es apenas de esperarse que una coronación universal se tome las primeras páginas de los diarios, los titulares más llamativos de los noticieros, lo más comentado en las redes sociales, las ideas más ocurrentes de la publicidad consumista, entre otras. Pero lo que más me asombró esta vez, fue la cantidad significativa de personas evangélicas que se unieron a la euforia colectiva, en quienes se supone que sus valores del reino de Dios son diametralmente opuestos a este reinado de belleza. Personas que, se supone, comprenden que la dignidad humana no es un negocio. Que el pudor, la modestia y el decoro hacen parte de nuestra práctica de fe y son innegociables.

Mientras el evangelio de Jesucristo le devuelve dignidad al ser humano, estos eventos son degradantes porque en ellos se "exhiben a las mujeres como vacas en un corral"[1] a toda  disposición de la lujuria occidental que cosifica a la mujer y la “esclaviza en la adopción de todos aquellos estereotipos físicos que el patriarcado le ha reservado y satisfacer así la mirada del hombre”.[2]Los reinados son un acto bastante machista, donde se ponen valores en las mujeres que esconden muchos vacíos de la sociedad”[3] y se delatan muchas perversiones de la misma.

Desde la perspectiva cristiana, la mujer más digna de admiración no es la que se empelota buscando ser concebida como la más bella; sino la que es virtuosa, valiente, fiel, leal, estética, sencilla, práctica, compasiva, ingeniosa, atenta, esforzada, honesta, trabajadora (Proverbios 31.10-31). Es una capaz de ser sensual sin ser vulgar.  De vestirse bella sin ser obscena. De proyectar buena imagen sin ser presumida. De ser gentil sin dejar de ser casta y respetuosa. De ser radical en los valores del reino de Dios.

Mejor dicho: la mujer que teme al Señor es “miss universo”.

Como cristianos creyentes, nuestra celebración se une a todo lo que Dios celebra, en lo demás somos compasivos e intercesores, para que tantas mujeres y hombres sean alcanzados con la gracia de Jesucristo nuestro Señor, como lo fuimos tú y yo. No juzgamos las personas, pero sí podemos denunciar lo corregible mientras nos recordamos unos a otros cuál debe ser nuestra posición ante las corrientes del mundo.

¿Qué piensa Ud.?

©2015 Ed. Ramírez Suaza



[1] Gabriela Torres. Miss Universo, ¿negocio, cultura o degradación?
http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2010/08/100824_miss_universo_mexico_triunfo_gtg
[2] ed. Manuela Palacios González, Helena González Fernández. 2008. Palabras Extremas: Escritoras Gallegas E Irlandesas De Hoy. p.79
[3] Alejandro Millán Valencia. Colombia: el país de la nueva Miss Universo y los miles de reinados.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/01/150126_sociedad_reinados_colombia_amv

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