Santificado Sea Tu Nombre II
una oración
escatológica en tiempos escatológicos
Mirando yo por entre la celosía de la ventana de mi casa, vi que la oración es un acontecimiento por la fe en Cristo, por él y para él. Es el acontecer de un diálogo coherente con Dios sobre el tapete del futuro Suyo que hacemos presente. Es decir, una oración escatológica.
Escatología
En algún momento, en algunas personas, la escatología se
entiende como la doctrina que se ocupa de las últimas cosas en el acontecer
humano e histórico. Enfocados, específicamente, en la historia de salvación
revelada en las Escrituras como asuntos del futuro. Pero la comprensión
cristiana con respecto a la escatología ha recibido la gracia de ver con más
claridad, puridad y amplitud su esencia.
Escatología, significa
doctrina acerca de la esperanza cristiana, la cual abarca tanto lo esperado
como el mismo esperar vivificado por ello. En su integridad, y no sólo en un
apéndice, el cristianismo es escatología; es esperanza, mirada y orientación
hacia adelante, y es también, por ello mismo, apertura y transformación del
presente… por ello no puede ser, en realidad, un fragmento de doctrina
cristiana. Por el contrario, el carácter de toda predicación cristiana, de toda
existencia cristiana y de la iglesia entera tiene una orientación escatológica
(Moltmann. 1965).
La escatología cristiana no pretende escapar de la realidad
en embelesos futuristas, mas bien, “Quien espera en Cristo no puede contentarse
más con la realidad dada, pero sufre por causa de ella y comienza a
contradecirla” (Moltmann en Ahlert. 2008, p.77). También, la escatología es la
convicción de que la historia se dirige a algún lugar bajo la dirección divina,
hacia el nuevo mundo de justicia, sanidad, esperanza de Dios. Con el término
escatología nos referimos “al sentido global y completo del futuro que Dios le
tiene deparado al mundo y a la creencia de que dicho futuro ya ha empezado a
manifestarse para encontrarse con nosotros en el presente” (Wright, pp. 175,
176).
Escatología, entre otras, es encontrarse, conocer, vivir y
construir el futuro de Dios en el presente de la humanidad.
Oración escatológica
Con una aproximación a lo que es orar y a lo que es
escatología cristiana, no quisiera pasar por alto aproximarnos, igualmente, a
la comprensión de la oración escatológica. En donde básicamente dialogamos con
Dios coherentemente a su revelación y a su manifestación futura al encuentro de
nosotros en nuestro presente; con gratitud, maravilla, petición, súplica,
silencio, alabanza en Jesucristo, por él y para él; para provecho personal y en
favor de la humanidad, especialmente de la Iglesia. Además, la oración
escatológica también es vida. Esta oración no permite al orante cruzarse de
brazos, por el contrario, impulsa al creyente a que diligentemente traduzca sus
palabras de oración en hechos de oración, dramatizando el libreto del Reino de
Dios en cada aspecto de la existencia, evocando en cada uno de ellos la
esperanza cristiana.
Contextualización
de la oración Padrenuestro
La oración del
Padrenuestro, en el evangelio de Mateo, irrumpe como uno de los aspectos que
aborda Jesús en su discurso que da inauguración a la comprensión más grande en la historia de Israel al Reino de
Dios. El sermón de la montaña “comienza con la perspectiva del reino de los
cielos, que forma el contenido del evangelio predicado. El sermón de la montaña
no presupone, pues, el evangelio del Reino, sino que lo es” (Luz. 1993, p.256).
Este evangelio del Reino de Dios se integra con lo sublime de las
bienaventuranzas (5.3-12), la responsabilidad de los discípulos para con el mundo (5.13-16), la
perspectiva correcta de la ley mosaica (5.17-20), la vivencia genuina de la
integridad (5.21-48), la sinceridad en su expresión más pura (6.1-18), la
actitud acertada frente a las finanzas (6.19-34), la mirada franca a los
pecados propios, en lugar de los ajenos (7.1-6), la confianza cuando oramos
(7.7-12). Finalmente: entrada, fructificación, pertenencia y construcción de
vida en el Reino de Dios (7.13-29).
Para Ulrich Luz, la
simetría[1] con
la que Mateo recrea el sermón de la montaña es sorprendente, y tanto más cuando
la lectura a este sermón es reiterada y panorámica: “Ya la estructura del
sermón de la montaña ofrece, pues, ciertas indicaciones claras sobre el modo en
que debe entenderse: el Padrenuestro es su texto central” (p. 259). La oración no
está desvinculada de ninguno de los elementos que componen el sermón del monte;
por el contrario, se ata a todos ellos para darse expresión viva de existencia
jesuana.
continuará...
©2014 Ed. Ramírez Suaza