Atrevidos Con Éxito III
no apto para menores de edad ni casados
Mirando yo por entre la celosía de la
ventana de mi casa, vi un amor exótico, exquisito, extraordinario y poco común
en esta extraña modernidad. Vi un armadillo seguro de lo que quiere,
disfrutando día a día su soltería a plenitud, ensanchando su círculo de amigos,
asesorándose en su búsqueda del verdadero amor con buenos consejeros y, ¡quién
lo creyera!, mejorando su apariencia. Así, con paso firme, seguro y creyente;
este enamorado de todavía no sabe quién, se prepara para uno de los mejores
momentos de la vida.
Luego de hacer mejoras en su apariencia,
se da cuenta que ya es hora de identificar
el objetivo. Si está considerando identificar el objetivo, es porque Ud. ya
se ha identificado a sí mismo, le dijo un sabio qué día. El Dr. Neil Warren,
sicoterapeuta por más de 30 años afirma: “Estoy convencido de que el modo en
que nos vemos tiene un impacto muy grande en la elección que hacemos de la
persona con quien pasaremos el resto de nuestra vida”. Ese objetivo tiene que
ser estrictamente de la misma especie, no puede ser que se fije en una vaca.
Además de ser de la misma especie, deben coincidir en la misma fe, valores,
ética e integridad.
Una vez identificado el objetivo, el
enamorado debe considerar las
probabilidades. Antes de arriesgarse a una relación seria, comenzó
asegurarse de que va a la fija. Sabía muy bien que no vale la pena lanzarse a
una relación en proyecto conyugal si su intuición le hace sentir que las
probabilidades son nulas.
En la historia del libro sagrado, aquel
que viene leyendo el armadillo desde el principio, es muy atrevido, porque la
suegra de la dama protagonista de la historia, acierta sin el más mínimo margen
de error al escoger para su nuera el esposo. La anciana consideró las
probabilidades de la dama en conquistar al príncipe azul aquel, o bueno, de
cualquier color. Ella no lanzó su amiga al infortunio, a la vergüenza, a quedar
mal. La anciana se entera de todo y diseña un plan para que estos dos lleguen a
algo.
Es que en el amor, las cosas salen mejor
si no se improvisan.
Paso seguido, atrévase. Todos los seres sexuados, han recibido el regalo del
erotismo, sensualidad. La erótica al principio se entendía como la
inteligencia, las capacidades, la vitalidad para desarrollar los talentos; pero
poco a poco fue tomando connotaciones sexuales. Ya que fuimos creados sexuados,
no hay nada de malo en ser íntegramente
sensual en el plan de conquista. Es decir, apelar a cierta mirada, a
ciertos gestos de boca, de manos y pies.
Por ejemplo, el tacto humano con la mano
derecha al lado derecho de la otra persona revela sentimientos inocentes, sin
plan de conquista. Pero si en una cita, en una salida de sólo dos personas de
sexo opuesto, quien toma la iniciativa de interés se hace al lado izquierdo,
habla suave, hace tacto humano, además de respetuoso, en zonas del lado
izquierdo del cuerpo del objetivo, obtendrá mejores respuestas que si lo
hiciera al lado derecho.
Cositas para tener en cuenta.
Finalmente, decida. A punto seguido de algunos eructos, el armadillo
reflexiona: Decidir es cosa seria, porque se decide para toda la vida. Pero en
oración, acompañado de sabios consejos y en la paz de Dios se pueden tomar
decisiones enriquecedoras para toda la vida.
Nota del autor:
Pienso que, para
quienes esperan casarse, Dios es quien les ha puesto ese querer en sus
corazones. De Dios es la idea de que Ud. se case. Ese deseo es bello,
admirable. Descanse en
Dios, no invada su corazón de dudas, más bien invádalo de esperanza y de
expectativa para lo que Dios tiene delante de ti. Si no tienes afán, celebra la
vida a plenitud; eso sí, en el temor de Dios. No te desesperes, como tampoco cruces
los brazos.
©2014 Ed. Ramírez Suaza